El día después de la venta de mi despacho profesional.
El día después de la venta de mi depacho profesional. Visionar de una forma positiva esta nueva etapa, no todo el mundo sabe interiorizarlo. A veces, no se ve como una gran oportunidad de poder hacer aquellas cosas y actividades que a uno más le llenan desde un punto de vista personal y profesional.
«No sé muy bien porqué, pero conservo la ilusión de cuando era joven teniendo la experiencia de una persona de 68 años”
(Jaume Uriach. Abogado jubilado)
Sin la presión de los números y de los clientes. Como apunta Lourdes Pérez, profesora de Sociología en la facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad Autónoma de Madrid, las personas que hoy rondan los 60 años tienen en general mucha más salud y dinero que sus antepasados. ”Cada vez queda más claro que hay vida después de los 55 años. La prueba es que a esa edad cada vez más gente empieza a ocuparse de seguir mejorando como persona viajando, estudiando, practicando deporte o aprendiendo cosas nuevas “
Resolver el problema del relevo generacional
En este sentido queremos destacar que hemos conocido a muchos profesionales que han conseguido resolver el relevo generacional en su despacho y que en estos momentos están disfrutando de una segunda juventud profesional, pues teniendo todavía una cierta vinculación con su despacho, por pactos de permanencia u otros motivos.
Después del día de la venta de mi despacho profesional, pueden dedicarse a aquellas actividades que antes no podían hacer con suficiente tranquilidad y mimo. Como por ejemplo visitar y reunirse con los mejores clientes, generar más contactos comerciales, impartir conferencias, publicar artículos, estudiar y recibir formación para actualizarse en nuevos conocimientos y habilidades.
Otro dato interesante y curioso es que en estos despachos que conocemos en la mayoría de ellos, se ha producido un gran cambio en positivo; mayor facturación, mejores clientes y mayor notoriedad.
Cada vez más nos encontramos con profesionales que tenían despacho, y que, una vez resuelto satisfactoriamente su relevo, con el tiempo nos acaban confesando que están viviendo la mejor etapa de su vida.
Vinculado todavía a la firma que se ha vendido o integrado, el fundador o socios fundadores podrían realizar entre otras las siguientes actividades después de la venta de mi despacho profesional.
- Consejero; Aportando su opinión a los nuevos propietarios del despacho, sin intervenir, ni decidir, sobre cuestiones estratégicas y de futuro.
- Consultor; Interviniendo solo como asesor o analista en determinadas operaciones y clientes. Aportando su experiencia y conocimiento.
- Formador; Esta es una faceta que puede ser muy positiva para fundador una vez retirado. Es una función que puede aportar mucho valor al despacho, principalmente ayudando y formando a los nuevos profesionales que se incorporan al despacho.
- Relaciones públicas; Otra faceta que puede aportar valor y negocio al despacho, y a la vez producir mucha satisfacción personal, pues apoyándose en el prestigio y confianza generada durante años, puede acometer acciones de promoción y fidelización con los clientes del despacho o abrir nuevos contactos. Así como representar al despacho en foros empresariales, impartiendo conferencias, entre otras actividades.
Como se puede observar, solamente nos hemos centrado en una lista de actividades de ámbito profesional.
Son casos reales que nosotros hemos visto aplicar en los despachos que hemos asesorado y apoyado en su relevo generacional. Luego la lista de actividades después de la jubilación podría ampliarse a otros ámbitos (Mayor dedicación a la familia, ocupar puestos relevantes en Asociaciones profesionales…), pero que no vamos a comentar, pero que sin duda pueden ser tan importantes o más que las anteriormente relacionadas, y que podrían reportar igual o mayor satisfacción.
Por Jordi Amado CEO en www.amadoconsultores.com
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